La energía eólica no produce gases tóxicos y apenas contribuye a generar gases de efecto invernadero; tampoco genera residuos nocivos. Pero algunos de sus efectos y consecuencias colaterales requieren de cierta atención.
Este artículo es un extracto del libro "Aerogeneradores y su mantenimiento", editado por RENOVETEC. Consulta el contenido de este libro pinchando aquí.
¿Cuáles son los efectos negativos de la energía eólica?
El uso de la energía eólica afecta inevitablemente al entorno, y sus efectos negativos se notan en la fauna y en el campo visual del lugar donde se instalan los aerogeneradores, así como un impacto en el patrimonio cultural. Por todo ello, para la instalación de un parque eólico es necesario realizar detallados estudios y análisis que determinen el impacto en el medioambiente y las medidas correctoras que se implementarán para minimizar dicho impacto. Estos estudios se denominan 'Estudios de Impacto Ambiental' (EIA) y son documentos técnicos elaborados por expertos en la materia que presenta en la administración el propietario del parque para que su proyecto pueda ser evaluado.
En el procedimiento administrativo para la evaluación de impacto ambiental se identifican las actividades nocivas y se proponen medidas minimizadoras. En ocasiones se llega al caso de impedir la construcción del mismo por no cumplir con todos los requerimientos necesarios en torno a la compatibilidad entre la instalación del parque y el medio ambiente.
El impacto de la energía eólica sobre la vida salvaje, sobretodo en aves y específicamente en murciélagos, está considerablemente estudiado y documentado. En el documento ‘Directrices para la evaluación del impacto de los parques eólicos en aves y murciélagos’ de la SEO/BirdLife, se hace una muy buena revisión de los estudios existentes sobre la mortalidad de aves y murciélagos en parques eólicos, y se llega como conclusión, que a pesar de que las cifras son bajas comparadas con el impacto sobre la fauna de otras infraestructuras de origen humano, los parques eólicos tienen un significativo impacto cuando se sitúan en zonas comúnmente frecuentadas por aves (nidificación, alimentación, paso migratorio…) y que pueden afectar gravemente a poblaciones de especies amenazadas, donde la desaparición de un número bajo de ejemplares supone un gran impacto sobre el conjunto de la especie.
Así, se han identificado diversas muertes de aves y murciélagos no sólo por impactos directos sino por los cambios en la presión atmosférica provocados por el giro de las palas del aerogenerador. Los murciélagos son más activos con velocidades de viento bajas, si tenemos en cuenta que la rentabilidad de los aerogeneradores aumenta conforme a la velocidad del viento, se podrían desconectar a bajas velocidades incidiendo muy positivamente sobre las poblaciones de estos animales sin grandes penalizaciones de índole económica.
Los parques eólicos marinos (Offshore), también tienen un efecto parecido sobre las poblaciones de aves marinas, aunque de igual forma el impacto es realmente bajo. Por el contrario, sobre poblaciones piscícolas podrían tener un impacto positivo, ya que las torres actuarían como refugios o arrecifes artificiales.
Además del fuerte impacto sobre la fauna avícola del lugar, hay que tener en cuenta el impacto visual y acústico de los aerogeneradores. El ruido que ocasionan las turbinas es debido al movimiento de las palas en el aire. También hay un cierto ruido procedente de las partes mecánicas de la turbina. Que ese ruido sea más o menos distinguido dependerá del diseño de cada aerogenerador y de la velocidad del viento.
También son importantes las emisiones en la fabricación, transporte de materiales, construcción, operación, mantenimiento y desinstalación del aerogenerador. Aunque estas emisiones se consideran muy inferiores a las producidas por generación de energía a partir de gas o petróleo.
Con respecto al impacto visual, los aerogeneradores actuales y los que se planea instalar en un futuro suelen ser de gran tamaño, con rotores fácilmente visibles desde varios kilómetros de distancia, una alteración visual del paisaje original. Este efecto aumenta a medida que aumenta el número de molinos y puede ser moderado con una correcta densidad de los mismos, respetando distancias cautelosas entre ellos y mantenimiento las construcciones necesarias acordes con el entorno.
El color también es un factor importante. La pintura de los aerogeneradores suele ser de color blanco, permitiendo mitigar el reflejo del Sol sobre las palas y que éstas se adapten en mejor medida al entorno. Es decir, las turbinas instaladas en lugares con mucha luz solar suelen ser de colores más claros que los que se instalan en lugares con poca luz solar. La baliza de señalización de los aerogeneradores para la navegación aérea también es motivo de controversia, por lo que se han adoptado múltiples soluciones que permitan señalizar los aerogeneradores con el mínimo impacto visual posible.
Pero a pesar de todo, estos problemas pueden afrontarse y minimizarse mediante adecuados proyectos. Así, algunos promotores de aprovechamiento de la energía eólica utilizan metodologías de preservación ambiental. Un ejemplo de ello es en el parque eólico de Punta Palmeras, en Coquimbo (Chile). Reubicaron miles de plantas cactáceas y bromeliáceas propias de la vegetación semiárida; cultivaron en invernaderos plantas autóctonas para la posterior revegetación de terrenos involucrados en las obras; y realizaron un programa de relocalización de pequeños mamíferos, anfibios y reptiles localizados en el entorno.
Licenciado en ciencias químicas, Máster en criminología, Máster en Prevención de Riesgos Laborales y Técnico Superior en Electrónica. Ha sido Director de Planta de la Central de Ciclo Combinado de San Roque (perteneciente a GAS NATURAL), primera central de este tipo puesta en marcha en España, y Director Gerente de OPEMASA (Grupo DURO FELGUERA) y POWER SUPPORT (actualmente, Grupo EDF), ambas empresas de reconocido prestigio dedicadas a la operación y mantenimiento de plantas de energía. Es el Presidente de la Asociación Española de Ingeniería del Mantenimiento y Director Técnico de RENOVETEC. Es autor de más de 30 libros dedicados al mantenimiento y la generación de energía eléctrica.