Causas de las averías en una instalación fotovoltaica

Las causas de las averías más habituales que ocurren en una instalación fotovoltaica son las que detallamos a continuación. 

Diseño
La primera de las causas que provoca fallos en cualquier de los componentes de una instalación fotovoltaica es el diseño de esta. Estos errores de diseño pueden estar en cualquiera de los componentes, ya sea en los propios módulos, en la estructura de soportación y/o seguimiento, en componentes electrónicos como inversores o cargadores, en los sistemas eléctricos o en cualquier otro componente que forme parte de la instalación.

Un fallo de diseño solo puede ser evitado modificando el diseño, y las tareas del mantenimiento, especialmente las relacionada con el diagnóstico tienen como fin únicamente detectarlas en el momento oportuno.

Fabricación
Un componente adecuadamente diseñado puede no estar bien fabricado, es decir, tener defectos asociados al propio proceso de fabricación. Los procedimientos utilizados en el proceso, los sistemas de gestión de la calidad y los controles que se realizan en fábrica son los medios para evitar que un producto deficientemente fabricado llegue al cliente final.

Transporte
Cualquiera de los componentes puede sufrir daños durante el transporte desde fábrica hasta la instalación del cliente. La inspección a la recepción de los materiales en obra puede evitar que terminen instalándose componentes dañados durante el transporte. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de fallos producidos durante el transporte desde fábrica hasta las instalaciones del cliente son fallos visibles.

Montaje
Un componente bien diseñado y fabricado que no haya sufrido daños durante el proceso de transporte, puede sufrirlos durante la manipulación que se produce en el montaje. Las inspecciones previas a la puesta en marcha, y la inspección previa a la aceptación de la instalación son los mecanismos más habituales para detectar este tipo de fallos.

Operación
Una operación inadecuada puede dañar cualquier de los componentes de la instalación. Los daños en módulos son posibles si no se respetan determinados límites como la velocidad del viento máxima en instalaciones con seguidores, la presencia de sombras o suciedad, la presencia de vegetación, etc.

Teniendo en cuenta que una instalación fotovoltaica está altamente automatizada, los fallos de operación son relativamente infrecuentes.

Mantenimiento
Los fallos provocados por el mantenimiento de la instalación son de diferentes tipos:

• Intervenciones deficientemente ejecutadas, como sustitución de elementos de forma inapropiada o realización de determinadas tareas sin seguir los procedimientos oportunos.
• La omisión de determinadas tareas de mantenimiento programado periódico que tienen como objeto evitar fallos conocidos, y evitables precisamente mediante la realización de dichas tareas.
• La omisión de determinadas tareas de diagnóstico que podrían detectar en un momento precoz determinados defectos, evitando su agravamiento o evitando daños consecuenciales.

Condiciones ambientales
Todos los componentes presentan unos límites ambientales de funcionamiento, referidos generalmente a los siguientes parámetros:

• Temperatura ambiental.
• Humedad ambiental.
• Presencia de polvo u otros contaminantes atmosféricos.
• Velocidad del viento.
• Tensión y frecuencia de la red a la que se conectan determinados equipos eléctricos.

El funcionamiento de cualquier componente fuera de sus límites puede provocar fallos característicos.

Catástrofe natural
Las instalaciones fotovoltaicas están sometidas a riesgos de la naturaleza, que normalmente se entienden como situaciones fuera de lo normal, súbitas e imprevistas. Los riesgos naturales que afectan a instalaciones fotovoltaicas son generalmente los siguientes:

• Vientos huracanados
• Desplazamientos de tierras
• Lluvia torrencial
• Grandes nevadas
• Granizo
• Movimientos sísmicos
• Inundaciones
• Caída de rayos

Aunque en general no son evitables, durante la fase de proyecto debe realizarse un estudio del emplazamiento para conocer el riesgo de que dichos fenómenos naturales puedan presentarse, evitando la elección de emplazamientos en los que dichos riesgos son difícilmente asumibles.

Fallo consecuencial
En ocasiones el fallo que se produce en un componente de la instalación es en realidad la consecuencia de otro fallo que se ha producido en otro elemento interno o externo a la instalación.