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¿Cuál es la frecuencia óptima para la realización de una boroscopia en una multiplicadora?

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Una inspección boroscópica es una inspección que trata de descubrir fallos asintomáticos, fallos ocultos a ojos de un técnico u operador de parque eólico. Algunos de los fallos que se observan por boroscopia no generan ningún síntoma en producción, en ruido o vibración, en inspecciones visuales externas, en análisis de aceite, en termografías o ultrasonidos.

Este artículo es un extracto del libro "Manual para la realización de inspecciones boroscópicas en multiplicadoras", editado por RENOVETEC. Consulta el contenido de este libro pinchando aquí.


Frecuencia óptima para la realización de una boroscopia en una multiplicadora de un aerogenerador


Muchos  de los fallos  no tienen importancia en sí mismos sino en la evolución que pueden tener, y que pueden acabar provocando un fallo catastrófico de la multiplicadora e incluso, del aerogenerador en su totalidad.

Para determinar la frecuencia con la que es necesario realizar inspecciones boroscópicas es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Se trata de una inspección de cierto coste, por el tiempo que se requiere y por el precio de adquisición de los medios necesarios para llevarla a cabo.
  • Es una inspección invasiva, que si no se lleva a cabo de forma apropiada puede causar daños en la multiplicadora que antes no tenían. Por tanto, puede darse la paradoja de que se realice una inspección para mejorar su estado y este acabe empeorando.
  • Algunos de los fallos de la multiplicadora que se detectan por boroscopia pueden evitar un fallo mayor.

Considerando todos estos puntos, la frecuencia más adecuada para llevar a cabo inspecciones boroscópicas en aerogeneradores parece ser en casi todos los casos la frecuencia anual. Una frecuencia superior (semestral, trimestral, etc.) no estaría justificada porque en general el tiempo de maduración de un problema detectable por boroscopia es largo, a menos que se detecte que el fallo ya se ha iniciado y se requiera observar de cerca su evolución. Pero una frecuencia inferior (bienal, trienal) tampoco está justificada, ya que algunos defectos se iniciarían y evolucionarían en el periodo comprendido entre dos inspecciones.

Dependiendo de el procedimiento empleado para realizar la boroscopia y dependiendo de la pericia de los técnicos que realizan la inspección, la boroscopia tiene una duración variable. Además de los aspectos mencionados, hay que tener en cuenta el número de posiciones de la multiplicadora que se inspeccionarán. Así, si se inspecciona un solo punto de cada uno de los elementos, el tiempo necesario para completar una inspección boroscópica es más corto aunque el resultado de la boroscopia es más impreciso, ya que al inspeccionarse un solo punto de cada rodamiento y de cada engranaje, es posible que ese punto no sea representativo de la condición que presenta cada elemento. Por ello, es habitual inspeccionar al menos tres puntos diferentes, con el tiempo extra que se requiere para realizar una inspección de esta forma.

Si se utiliza un procedimiento apropiado, acorde con lo indicado en este manual, se prepara la inspección de forma adecuada, es llevada a cabo por técnicos correctamente entrenados con un nivel de pericia suficiente, se respetan todos los procedimientos de seguridad establecidos y se inspeccionan tres puntos de cada elemento, el tiempo necesario para llevar a cabo una inspección boroscópica completa está en un rango entre cuatro y seis horas. Por tanto, podría ser posible realizar hasta dos boroscopias por jornada.

También es necesario tener en cuenta que es imprescindible que al menos estén presentes dos técnicos, tanto por razones de organización del trabajo como por razones de seguridad.

Teniendo en cuenta las horas hombre necesarias, los medios que se emplean y el entrenamiento que tienen que tener los técnicos que realizan inspecciones boroscópicas, los precios de una inspección boroscópica pueden estar entre los 250 euros por inspección para las inspecciones más simples, realizadas en un solo punto, por empresas de pequeño tamaño con costes generales muy bajos, que utilizan boroscopios de bajo coste y que ofertan un gran número de aerogeneradores al año, hasta los 1000 euros por inspección para las inspecciones más detalladas, realizadas en al menos tres puntos, por empresas con un nivel técnico y con una experiencia muy amplia y con equipos de boroscopia de primera calidad, que garantiza unos resultados fiables. Por supuesto, precios altos no son sinónimos de buena calidad de inspección, ni precios bajos son sinónimos de inspecciones de resultados poco representativos, pero sin duda calidad y coste suelen estar relacionados de alguna forma.

Hay que tener en cuenta que un aerogenerador cuesta entre 800.000 y 1.200.000 €/MW y una multiplicadora suele tener un coste de entre 150.000 y 200.000 €/MW, por lo que el coste de una boroscopia no es representativo del coste de la avería que puede evitar. Muchos propietarios de un gran número de parques eólicos y turbinas eólicas tratas de economizar en la realización de este tipo de inspecciones, bien contratando empresas que ofrecen el servicio a muy bajo coste (lo que compromete la calidad de la inspección) o realizándolas con una frecuencia menor a la recomendable (cada dos o tres año en vez de realizarla anualmente), lo que hace aumentar el riesgo de fallo catastrófico.

No parece que el coste justifique una búsqueda desmesurada de reducción de precio, aun teniendo en cuenta que no es una inspección barata.




Licenciado en ciencias químicas, Máster en criminología, Máster en Prevención de Riesgos Laborales y Técnico Superior en Electrónica. Ha sido Director de Planta de la Central de Ciclo Combinado de San Roque (perteneciente a GAS NATURAL), primera central de este tipo puesta en marcha en España, y Director Gerente de OPEMASA (Grupo DURO FELGUERA) y POWER SUPPORT (actualmente, Grupo EDF), ambas empresas de reconocido prestigio dedicadas a la operación y mantenimiento de plantas de energía. Es el Presidente de la Asociación Española de Ingeniería del Mantenimiento y Director Técnico de RENOVETEC. Es autor de más de 30 libros dedicados al mantenimiento y la generación de energía eléctrica.

Santiago García. Director Técnico de Renovetec.

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